Nuevo récord Guinness: el perro más viejo del mundo tiene 30 años de edad
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Los perros son las mascotas por excelencia, miembros de la familia que son uno más dentro del hogar y que viven su día a día con pasión por su entorno y por las personas que forman parte de él. Te contamos la historia del perro más viejo del mundo, un can que tiene nada menos que 30 años y que vive feliz junto a su familia.
Este es Bobi, el perro más viejo del mundo
La esperanza de vida de los perros varía dependiendo de su raza, siendo la media general de unos 10-13 años, por lo que descubrir que hay un perro que tiene 30 años es una auténtica pasada, tanto que ostenta ya el Récord Guinness al perro más longevo del mundo. Se llama Bobi y vive en Conqueiros, un pueblo al oeste de Portugal, su hogar desde que nació, hace ya 30 años y 272 días, por lo que en unos tres meses cumplirá 31 añitos.
El pasado 2 de febrero, Guinness World Records confirmó oficialmente que Bobi es el perro que alcanza mayor edad, todo un logro en general para este Rafeiro de Alentejo que duplica la esperanza de vida media de su raza, que es de 12-14 años. Es un perro de montaña de gran tamaño, rústico, que vive especialmente con personas que tienen rebaños ya que es muy bueno para cuidarlos.
Además de ser el perro más viejo vivo, es también el más longevo que haya vivido jamás, ya que el anterior quedó atrás con 29 años y 5 meses, un boyero australiano llamado Bluey que vivió entre los años 1910 y 1939, por lo que han tenido que pasar casi 100 años para que su récord fuera superado.
La historia de Bobi es muy curiosa, todo un superviviente, ya que su dueño, Leonel Costa, contó que sus padres enterraron a Bobi y a su camada antes si quiera de que pudieran abrir los ojos ya que tenían muchos perros y no podían ocuparse de más. De alguna manera, Bobi consiguió escapar, y Leonel y su hermano se lo quedaron en secreto hasta que abriera los ojos, convencidos de que una vez que eso sucediera, sus padres ya no serían capaces de enterrarlo.
Según Leonel, el secreto de la longevidad de Bobi está en que vive en un entorno tranquilo, siendo libre por el bosque y sin haber estado nunca ni encadenado ni con una correa. Además, su alimentación es la misma que la de sus dueños, aunque sin condimentos, y que nunca ha comido la típica comida para perros que se encuentra en tiendas especializadas.